sábado, enero 27, 2007

Dios pasa de nosotros.

Estoy sentada en el living de mi casa, sin nada más que hacer que ver televisión y fumar, más que relajada ya estoy aburrida, voy por el décimo cigarro de la tarde y no tengo nada más que hacer.
- Mierda – pienso…qué mierda de día.

El sol brilla afuera, los pájaros cantan y yo aburrida como ostra.
Mi hermano pequeño me quita el control y cambia de canal a un programa infantil, lo miro de reojo, casi con rabia por haberme quitado mi posesión querida, pero en seguida desisto al verlo cantar y bailar con un dinosaurio morado.
- Qué estupidez de programa- digo para mis adentros.

En fin…salgo al patio, miro el auto estacionado y pienso: “podría tomar el auto e ir a la playa con mi familia “pero enseguida recuerdo: No sé manejar y no tengo documentos.

Entro a casa otra vez y me encierro en mi pieza, pienso realmente en suicidarme, pero me dá flojera, aparte de todo el regadío de sangre que quedaría por todos lados, ¿y si me ahorco en el árbol del patio de atrás?? . Me dan miedo las alturas, no podría subir a poner la cuerda. Salgo al living otra vez y me siento resignada al lado de mi hermano a ver el programa. Mi hermano salta encima de mí, me grita en al oído algo de “que vive en nuestra mente”. De repente paran la programación y aparece un “EXTRA” de noticias, (por fin algo interente que ver) la presentadora, regia ella, anuncia que en algún país hay revolución, muertos por todas partes, bombas y desastre, niños pequeños sin padres, padres buscando a sus hijos muertos, los que quedan vivos muriendo de hambre y fiebre. Lágrimas y desesperación por todos lados.
- Dios- pienso…dónde estás?? Por qué no ayudas a esa gente??
Termina la transmisión y siguen con el programa infantil, como si lo que ocurriera nunca podría pasarnos a nosotros o como si fuera en otra galaxia distante, o si de alguna manera no fuéramos parte de algo mismo.
Mientras pienso esto siento que alguien toca la puerta, me levanto del sillón pesadamente, sin ganas de ver quien busca, pero no puedo negarme, el alboroto que hace mi hermano deja en evidencia, que, efectivamente, hay alguien en casa. Abro y ante mí hay un señor todo desarreglado, un vagabundo normal.
- Buenas tardes- me dice.
- Buenas tardes- respondo- qué necesita?
Me mira a los ojos con una paz infinita, cómo si supiera tantas cosas y cómo si en su estado no necesitara nada más que respirar.
Mi hermano por su parte corre a la puerta y se abraza a las piernas del hombre desconocido. Yo, me asombro y me asqueo un poco. El hombre le toca la cabeza con su mano sucia, le sonríe y al hacerlo noto que le faltan dientes.
- Necesita algo? – le digo.
- No me conoces?- dice
- Ni en sueños- no digo.
- No señor…
Y me queda mirando fijo…
- Espéreme un poco – digo otra vez.
Tomo a mi hermano que no se quiere soltar de las piernas del señor y lo arrastro hacia la cocina, ahí mientras hago unos sándwiches le doy una cátedra sobre los extraños y esas cosas, cuando terminamos de hablar me doy cuenta que a la edad de cuatro años es un poco enrredado todo lo que le dije…así que solamente resumo: No te acerques a los extraños.
Termino los sándwiches, tomo algo más que le pueda dar al señor, voy hacia la puerta y se los entrego.
- Tome- digo…es lo único que tengo.
- Gracias- dice- pero yo realmente…
- Lo siento- lo interrumpo y miro mi muñeca (nunca he usado reloj) pero se me hace tarde, tengo muchas cosas que hacer – digo.
- Hija- dice…yo solo quería que me escucharas.
- Es que de verdad no tengo tiempo.
Y veo para mi asombro que mi hermano lo ha tomado de la mano y empieza a hablarle cosas de niños…y ambos ríen juntos de algún chiste infantil.
Meto mis manos en el bolsillo, tomo unas monedas y se las doy al hombre extraño.
- Es lo único que tengo- le digo
- No quiero tu dinero…a mi no me hace falta- dice
- Si claro- no digo
- No se preocupe señor- si digo.
- Mi nombre es Dio…
- Mire señor Dionisio o como sea- le interrumpo- pero de verdad no tengo tiempo, no puedo escucharlo ahora, si quiere venga otro día ( aunque no saldré si lo veo en mi puerta…que soy…el hogar de cristo??)
- Pero hija….
- Lo siento, pero ahora no puedo.
Tomo a mi hermano del brazo y lo entro a la fuerza a la casa, me despido cómo pueda y le cierro la puerta en la cara al señor. Miro por la ventana y veo que el señor baja la cabeza decepcionado, hace un” no “con la misma y se va. Dejo pasar un rato y abro la puerta despacio, el señor se ha ido, pero se le ha quedado su bolso…lo tomo y voy hacia la puerta del patio para entregárselo, (no pudo haber ido tan lejos) pero no lo veo, no está por ningún lado. Intento abrir la puerta para salir a la calle, pero extrañamente ésta estaba cerrada con llave.
- Este viejo patudo debió haber saltado la reja- pienso- voy a comprarme un perro grande y bravo, para que no pasen éstas cosas…miren que venir a saltar mi reja, qué se ha creído…
Mi hermano llora en la puerta, no sé por qué, paso de él y entro a la casa…llevo el bolso en la mano, tal vez el señor vuelva por el, éste se abre y de ella caen los sándwiches, la bebida, las monedas y un librito, leo la tapa y dice: “Libro Sagrado”
-Qué extraño…- pienso – tal vez es el diario de vida del viejito.
Boto los sándwiches y lo demás y el libro lo dejo en la biblioteca, tal vez algún día vuelva el viejo por él.
Me siento en el sillón…otro EXTRA...más muertos, más desastres, más llanto y destrucción en el mundo.
- Dios!!!-grito- dónde estás??por qué no bajas a la tierra y nos ayudas?? ¿no ves que te necesitamos??...aparece Dios...!!!- clamo a los cielos
Y nada…
No aparece…
Definitivamente Dios pasa de nosotros.

viernes, enero 05, 2007

Créeme


Crèeme, cada palabra, cada suspiro, cada beso;
No, por tu bien mejor no me creas
yo ya no sè volar
no podria mostrarte el mundo como me gustaria
ni inventar historias en tus ojos,
sòlo he aprendido a hacer daño
y eso es lo ùltimo que quiero para ti.

Sòlo besame
que tus besos me alimenten de a poco
que tu abrazo me llene de calor
a ver si de a poco descongela mi corazòn frio.

Dices que soy mala
eso no es ni una dècima porciòn
de lo que realmente soy.
No sabes. No comprendes.
Pero aùn asi me gustaria que supieras...
que entendiras...todo...

No quiero hacerte daño
pero es lo unico que sè hacer
pero admito que hay momentos
que realmente te extraño
no sabes cuanto
posiblemente es por mi locura
o es que estas pasando mis barreras
y de a poco me quitas las màscaras
que me he puesto
para no sentir, para no pensar.
¿ y si todo esto es falso ?
¿ si es una mentira màs en mi vida ?
no sabes las dudas que tengo
no sabes por tanta mierda que he pasado
y ahora llegas tù
y me abrazas y besas
y yo no sè que hacer
no sè si seguir tu juego
o dar media vuelta y escapar lejos.

No puedo prometerte la Luna
por que ella no me pertenece
sòlo puedo prometerme que esta vez
quiero intentarlo por milèsima vez por mi
por primera vez contigo.

Y pensar que te conozco
hace muchos años
y recien ahora te miro
como algo mas que un amigo.
Otra extraña situaciòn en mi vida.